Cada vez hay más datos con los que elaborar información y generar más conocimiento pero la escritura limita este flujo. Leer y comprender los textos lleva tiempo y eso no se compra. Para simplificar la tarea hay empresas especializadas en la selección de información y resumir libros que permiten optimizar el tiempo libre disponible, pero ni eso es suficiente para mantenerse al día para los que consideran el conocimiento como un flujo y no como un stock.
Sin duda en la imagen está la clave. Olvidamos lo leído con mucha rapidez, pero recordamos por mucho tiempo cualquier película o fotografía y esa aptitud mental es la que debe potenciarse. Probablemente sea necesario inventar un alfabeto o diccionario visual universal con el que sustituir la letra por la imagen y poder sintetizar y traducir los datos y las informaciones en imágenes, sólo así seríamos capaces de optimizar el tiempo, aumentar nuestro conocimiento y seguir creciendo mentalmente.
Los mapas mentales demuestran la viabilidad y eficacia de lo visual sobre lo textual y la facilidad de asociar ideas y conceptos entre si para generar nuevo conocimiento, tal vez estemos en las puertas de una nueva era en la transmisión de información y, por fin, adaptada a la mente humana.