Como peatones andamos por las aceras, como conductores circulamos por calles y autopistas, todo está canalizado, guiado. Senderos, caminos, vías, rutas, ... son lo que unen el estar con un destino y así nos acostumbramos también a pensar.
Mentalmente buscamos rutas conocidas para llegar a nuevos objetivos, para solucionar nuevos problemas, pero precisamente por ser nuevos, puede que los trayectos trazados no sean los correctos, los más cortos o los más rápidos.
Disciplinar es evitar el caos, pero también es recortar o limitar la creatividad en busca de más alternativas.
Ilusionarse por romper hábitos, por hacer las cosas de otro modo, por ser rebeldes con nosotros mismos pueden ser decisivos para elegir otras opciones, para sentirnos más libres, para confiar más en nosotros mismos.
