INTERNET

Según un estúdio de la consultora estadounidense Morgan Stanley ya hay más de 1.000 millones de usuarios de Internet. Es decir, a cada uno de nosotros sólo nos separa del resto el idioma, pero si consiguiéramos traducir un documento en todos los idiomas, sólo nos faltaría publicar algo inédito, sorprendente, importante y único para llegar a todos. Me pregunto: ¿quién será el autor?, ¿qué dirá?, ¿cuándo?, ¿cómo?. ¿dónde?.

Jamás en la historia de la humanidad, el más simple de los mortales tuvo el potencial de dirigirse a tan inmensa audiencia.

Cada internauta es un nodo de captura y conexión informativa en esa inmensa red en permanente evolución y crecimiento. Como en un fractal, que lo pequeño se repite a escala superior y hasta el infinito, Internet es un cerebro cibernético, integrado por 1.000 millones de cerebros y nuestras cualidades y aptitudes se suman o potencian las del resto. Esa es su enorme potencia: cantidad, diversidad y calidad de conocimiento en progresión geométrica. En Internet se encuentran el sabio y el listo, el inventor y el empresario, el profesor y el alumno, el ingeniero y el peón, el científico y el técnico, el arquitecto y el albañil. Pero no sólo en esa dualidad profesional complementaria reside su potencial, sino con sus combinaciones que pueden hacer del peón un técnico, al listo en empresario, al alumno en sabio, al ingeniero en inventor, etc. etc.