Si observamos la estructura del casco de un buque o el fuselaje de un avión nos daremos cuenta de que el mejor de los ingenieros ya estuvo entre nosotros hace miles de años.
Aunque para ésta reflexión podría elegir a cualquier vertebrado, voy a referirme al ser humano.
Nuestra caja torácica está formada por costillas unidas al esternón y a la columna vertebral, las unas dan la forma, el espacio para preservar el contenido, las otras las mantienen fijas en su posición y todo ello recubierto de tejido graso, muscular y piel. Pues bien, esa fue la obra de ingeniería a la que me refería al principio de ese ingeniero desconocido para unos, inexistente para otros y real para muchos. Posteriormente, el ser humano se fijó en sí mismo y proyectó su propia estructura en otras de su concepción, por ejemplo:
Un buque tiene cuadernas (costillas), quilla (esternón o columna) y forro (piel). Los aviones, también tienen cuadernas (costillas), largueros (esternón o columna) y revestimiento (piel). Como vemos, cambian los nombres y materiales pero su función es la misma.
Por el contrario, creo que el genial Gaudí, encontró su fuente de inspiración arquitectónica en la estructura ósea de las tortugas que, a su vez, también fueron obras de ese primer ingeniero sin referencias conceptuales previas.
Aunque para ésta reflexión podría elegir a cualquier vertebrado, voy a referirme al ser humano.
Nuestra caja torácica está formada por costillas unidas al esternón y a la columna vertebral, las unas dan la forma, el espacio para preservar el contenido, las otras las mantienen fijas en su posición y todo ello recubierto de tejido graso, muscular y piel. Pues bien, esa fue la obra de ingeniería a la que me refería al principio de ese ingeniero desconocido para unos, inexistente para otros y real para muchos. Posteriormente, el ser humano se fijó en sí mismo y proyectó su propia estructura en otras de su concepción, por ejemplo:
Un buque tiene cuadernas (costillas), quilla (esternón o columna) y forro (piel). Los aviones, también tienen cuadernas (costillas), largueros (esternón o columna) y revestimiento (piel). Como vemos, cambian los nombres y materiales pero su función es la misma.
Por el contrario, creo que el genial Gaudí, encontró su fuente de inspiración arquitectónica en la estructura ósea de las tortugas que, a su vez, también fueron obras de ese primer ingeniero sin referencias conceptuales previas.