En electrónica se suelen usar transformadores, rectificadores, filtros, amplificadores, distribuidores y otros muchos componentes con funciones específicas. Es curioso comprobar la similitud de los nombres y sus funciones con determinadas actividades periodísticas, puesto que en muchas ocasiones y de forma reiterada un acontecimiento se filtra, transforma, rectifica o amplifica de modo que al distribuir la información, ésta contiene muy poco de lo que realmente la originó.
Los fuera de contexto en TV y radio, los extractos subjetivos en prensa y las opiniones en todos los casos, suelen ser los “filtros” y “transformadores” más habituales.
¿Acaso toda historia o suceso es incorrecto y debe ser corregido?. Nada de eso, simplemente que los marcos de referencia conceptual del autor de la notícia, los intereses económicos del medio, la ideología de los jefes o directores y los mal llamados favores suelen actuar como potenciómetros de ajuste de los componentes descritos y modificar la señal original con más o menos intensidad.
La consecuencia es lo peor, puesto que al receptor de la notícia se le priva de una realidad por otra aparente realidad y desde ese momento su opinión ya no es, ni puede ser objetiva, es una opinión manipulada.
Los fuera de contexto en TV y radio, los extractos subjetivos en prensa y las opiniones en todos los casos, suelen ser los “filtros” y “transformadores” más habituales.
¿Acaso toda historia o suceso es incorrecto y debe ser corregido?. Nada de eso, simplemente que los marcos de referencia conceptual del autor de la notícia, los intereses económicos del medio, la ideología de los jefes o directores y los mal llamados favores suelen actuar como potenciómetros de ajuste de los componentes descritos y modificar la señal original con más o menos intensidad.
La consecuencia es lo peor, puesto que al receptor de la notícia se le priva de una realidad por otra aparente realidad y desde ese momento su opinión ya no es, ni puede ser objetiva, es una opinión manipulada.