GOBIERNO Y OPOSICION

Hace ya tiempo que intento imaginarme una empresa que duplicara el número de empleados, los unos para realizar sus actividades habituales, los otros, para supervisar y criticar permanentemente lo que hacen.

Desde luego, fuese la crítica constructiva o destructiva, objetiva o subjetiva, lo cierto es que la productividad descendería hasta el punto de no ser rentable la empresa.

Pues bien, ese ejemplo es extrapolable al Gobierno y la oposición. Una oposición asalariada y con la labor de criticar permanentemente cualquier actividad o iniciativa sin querer entender, comprender o razonar los "por qué".

Una fuerza es una magnitud vectorial caracterizada por la intensidad, la dirección, el sentido y el punto de aplicación y la suma de vectores es extraordinaria pues la resultante es siempre mayor que las fuerzas aisladas, pero por lo que parece, aquí y ahora, sólo entendemos de lo segundo. Cada uno a lo suyo con la diferencia de que el Gobierno, sea el que sea, asume responsabilidades y compromisos con mucho riesgo, mientras que a la oposición le basta criticar o manifestar su disconformidad para ganarse el salario sin mayores responsabilidades y consecuencias.

Conservadores o progresistas todos tienen razón en algo, pero ninguno la tiene en todo, partiendo de esa premisa, trabajen sumando y no restando, son muchos los retos que el País ha de asumir y liderar para crecer.