REBELDES

En cualquier comunidad es deseable que la población se limite a hacer lo que se le dice ya sea trabajando, circulando, andando, comprando o divirtiéndose, pero es conveniente que exista una minoría rebelde, crítica, inconformista con las normas, leyes, costumbres o hábitos que rigen esa sociedad.

Esa minoría puede inventar o descubrir nuevas formas de hacer las cosas, lógicamente las habrá buenas y malas, pero son un hervidero de iniciativas que a la larga pueden remodelar el paralizante conformismo de las masas.

Con más de lo mismo no llegaremos a ninguna parte. La innovación y el cambio son el equivalente antropológico de las mutaciones. Permiten adaptarnos, mejorar, optimizar.

No critiquemos las disonancias, lo distinto, mejor será observar y reflexionar sobre los auténticos motivos de tales acciones ya que pueden ser los gérmenes futuros de grandes cambios que no nos cogerá desprevenidos aunque pertenezcamos a esa masa conformista.

De hecho, esa minoría no es permanente, su energía se disipa rápidamente tanto por sus logros como por sus fracasos y nuevas minorías o individuos aparecerán en tiempos y espacios distintos liderando otros propósitos.

Al igual que las burbujas permiten saber que el agua está hirviendo, lo mismo sucede con la minoría rebelde, son las burbujas de una masa que tal vez acabe haciendo lo mismo si fluye la energía suficiente en forma de ideas, innovaciones y comportamientos.