POLITICOS

Suelo ir recopilando titulares de prensa relacionados con ciencia y tecnología y es impresionante la cantidad de nuevo conocimiento que día a día se va generando y acumulando, sin embargo, si hago lo mismo con titulares referidos a los líderes políticos me invade una gran decepción. Parece que a ese colectivo no les pase el tiempo. Siempre más de los mismo. Los unos lo ven negro y los otros lo ven blanco y por más que se debata el tema no hay cambio en las posiciones ni en las votaciones. La democracia así entendida y practicada no nos lleva a ninguna parte. Perder el tiempo con reflexiones y comentarios parlamentarios que enmascaran el egoísmo y la vanidad de unos pocos es una actitud absurda, inútil y cobarde.

El país, España, no lo merece. Y con esta expresión me refiero a toda su gente, cualquiera que sea su comunidad de origen o de residencia. Hay más de 4 millones de parados y parece que deban esperar a que uno de los líderes pronuncie su plan o estrategia mágica capaz de resolver la crisis de un plumazo y eso no va a ocurrir.

No nos engañemos. No hay dioses entre nosotros. Lo que falta es más sentido común y menos egoísmo partidista. Los despachos y los coches oficiales aíslan de la realidad que está en la calle.

Hace tiempo que no hay ilusión. No la tiene ni la juventud ni el jubilado. No hablemos del empleado o del parado. Los unos por la incertidumbre y los otros por la certidumbre de su situación laboral.

No votaré a quién no sepa ilusionar. No votaré a quién sólo critica sin hacer nada provechoso. No votaré a quién no aporte valor añadido a la sociedad. No votaré a quién no convenza. No votaré la mediocridad, la hipocresía, la falta de coherencia, la falta de valor.

Alguien en algún rincón de España es mucho más que todo eso. Alguien capaz, trabajador, humilde, carismático, entusiasta ... a ese alguien que no conozco quiero escucharle y que se ponga al frente de esos batallones de españoles para dirigirnos colectivamente a un mundo mejor y no porque sepa el camino sino porque su entusiasmo se filtre en cada rincón y a cada uno de nosotros. Que nos despierte con el coraje que hace falta para salir de la crisis provocada por mediocres, aventureros, prestamistas y especuladores.

Cuatro millones de parados son un ejército de profesionales expertos en multitud de tareas que no se aprovechan y que seguirán así si los empresarios no vuelven a recuperar el optimismo, la esperanza y la ilusión por el futuro con nuevas ideas, con más coraje y con visión global.

La política no debe ser una profesión. Debe ser un empleo a ocupar por quienes brillan por su forma de ser y hacer la cosas.