Creando empleo

Estamos en la era del conocimiento y el talento natural es la materia prima por excelencia. La formación y la experiencia focalizan esa fuerza intelectual en determinados temas pero nada de ello existirá dentro de unos años. Todo habrá cambiado.

Empresas, tecnologías, métodos y servicios serán completamente nuevos. No hay referencias que seguir. Somos los descubridores.

Faltan empleos porque se ha optimizado la producción con los que lo tienen, así que hemos de crear los empleos que hoy no existen.

Difícilmente aportar formación y experiencia son atributos diferenciadores en un mundo laboral que cubre sus necesidades con lo que tiene, así que el trabajador sobrante lo tiene difícil.

Pero el tiempo pasa y todo cambia menos los puestos de trabajo vacantes y el tiempo erosiona las destrezas y los conocimientos adquiridos con anterioridad. Nos apea de las pocas opciones que surjan. Esperar no es la respuesta. Nadie vendrá a llamar a nuestra puerta con tanta mano de obra y conocimiento excedente.

Tenemos la suerte de vivir en la era digital en la que el mundo es nuestro barrio y hemos de darnos a conocer no por lo que hacen otros sino por lo que nos hace únicos, distintos, mejores.

Nuestro ADN es distinto al resto. Nuestros rostros también. Pero curiosamente, tendemos a hacernos iguales al resto en lo que hacemos y sabemos y así siempre habrá un excedente.

Por eso el talento natural es lo que hemos de potenciar. El resto, son datos pero el talento los hace únicos.

La empresa que nos necesita está por crearse. No existe.

La empresa es un colectivo que transforma y si lo hace bien se convierte en un ser mercantil que sobrevivirá a la selección natural mientras no surja otro ser que lo haga mejor.

Ante ese reto de supervivencia cualificada en la que la fuerza y la destreza física no son útiles desde hace tiempo, sólo lo que pensamos y lo que hacemos con los dedos y las palabras nos caracterizan.

Pensar es la clave. Hibridar, imaginar, razonar = HIR. Eso es lo único que nos puede llevar a la excelencia. A ser únicos. A encontrar un colectivo que transforme lo que todavía no se hace o mejorando lo que hacen otros.

Sobran reuniones con conversaciones inútiles, estériles o aburridas para pasar el tiempo o matar el tiempo. El tiempo es oro. La vida humana es corta. El tiempo ha de hacerse rentable. Ha de venderse caro.

Le animo a que pinche el siguiente email y se disponga a describir su talento en forma de aptitudes, inquietudes, ideas y aficiones. Cuando lo reciba, lo leeré y puede que brote en mí un impulso que quiera compartir con usted y con el que podamos hacer algo nuevo, distinto, radical, fantástico. Tal vez con ello germine la empresa del futuro. Podemos probar. kimer@telefonica.net

Formulario de mensajes

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *