Cada vez más adolescentes se informan solo por TikTok, Instagram Reels y YouTube Shorts.
Vídeos breves. Fragmentos sin contexto. Opiniones disfrazadas de verdad.
Vídeos breves. Fragmentos sin contexto. Opiniones disfrazadas de verdad.
Ya no hay tiempo para pensar, solo para reaccionar.
El mundo se vuelve un carrusel de flashes, y el conocimiento… una chispa que se apaga antes de encender.
Lo que no cabe en 30 segundos ya no existe.
La complejidad es descartada. La duda, silenciada.
Deslizan. Consumen. Olvidan.
Y en ese gesto mecánico, el presente se encoge hasta convertirse en un eco sin raíces.
¿Podrá sobrevivir la inteligencia en un mundo que solo admite el formato corto?